A pesar de haber iniciado un blog sobre casinos, apuestas y juego en general, el otro día me vino a la cabeza que quizá mucha gente lo que busca en estos sitios es información básica. Por eso, decidí que sería buena idea hablar sobre los pilares básicos uno de los más clásicos juegos del mundo de los casinos: el póker.
El póker hace referencia realmente a una familia de juegos donde las reglas varían dependiendo de la versión a la que se juega. Dicho esto, todos ellos se basan en unos conceptos básicos recogidos en la forma más básica del juego: el póker de 5 cartas.
En esta forma de juego, se reparten cinco cartas a cada jugador antes de comenzar con las apuestas. Una vez tengan todos sus manos, pueden apostar que la suya es la mejor o retirarse a la espera de una mejor. Si hay uno de los jugadores que se juegue más dinero en el bote de lo que sus contrincantes están dispuestos a igualar, se llevará el bote sin que enseñe sus cartas siquiera. En caso de que alguien iguale la mayor apuesta, se revelan todas las cartas y el jugador que tenga mejor mano gana todo el dinero.
Partiendo de esta base, existen diferentes versiones de póker con diferentes sistemas de clasificación de manos con la finalidad de distinguir qué gana cada jugador. Estas clasificaciones se ordenan según probabilidades y estadísticas y pueden ir desde una carta elevada, hasta una escalera real que, aunque parezca imposible, de vez en cuando aparece.
Las acciones del póker
Con todo esto en mente, lo primero que tienes que hacer antes de empezar es conocer perfectamente qué puedes hacer, cómo lo tienes que hacer y cuándo lo puedes hacer. Las acciones necesarias para cada ronda de apuestas tienen nombres y funciones particulares:
- Llamada: Lo primero es hacer una llamada inicial para participar en la mano que se esté jugando.
- Igualar: Como su propio nombre indica, este concepto se usa para igualar cualquier apuesta que ya esté sobre la mesa.
- Retirarse: Cuando tu mano no está a la altura y quieres salir cuanto antes de la ronda, tocará la retirada. Esto solo pasa cuando el bote ya no resulta interesante porque es imposible que lo ganes. Puede que suene aburrido, pero la paciencia es una de las mayores virtudes de este juego y necesitarás aprenderlo antes que ninguna otra cosa.
- Apostar: Si todavía nadie se ha mojado y no hay ninguna apuesta arrojada sobre la mesa, aquí es donde entras tú y apuestas. A partir de entonces, los jugadores que deseen continuar tendrán que igualar o subir la tuya, si no hay ningún valiente te harás con el dinero del bote.
- Subir: La acción que más intriga le da al póker. No siempre se tiene la mejor mano, pero aun así se pueden subir siempre las apuestas. La habilidad para este juego incluye una capacidad para que los demás no detecten cuándo dices la verdad. Si asustas a tus oponentes y aumentas mucho el bote, te lo puedes acabar llevando.
- Pasar: Si, por el contrario, no sientes mucha confianza en ti mismo y las cartas de tu mano son muy malas, te tocará pasar muy a menudo. Esta es una de las acciones que más se dan en las partidas de póker. Pasar te dará la oportunidad de ver la siguiente carta gratis y así podrás mejorar tu mano.
Al principio, todos estos conceptos y las reglas de los juegos de póker pueden ser algo desalentadoras, pero con el paso del tiempo y la experiencia acaba siendo como montar en bicicleta. La forma más pura del juego, la de 5 cartas, luego se puede ampliar y no solo se hace evidente el desarrollo del póker, sino que además las reglas se te harán mucho más claras.
Las variantes más populares
Uno de los principales cambios que se aplicó sobre el juego original de 5 cartas, fue introducir una nueva ronda de apuestas en la que cada jugador puede cambiar una o más cartas de su mano por otras de la baraja. Después sigue una mano de apuestas añadiendo el doble de apuestas y el doble de probabilidades de acabar con una mano mejor. A esta versión se la conoce como el póker tapado.
Probablemente, la versión conocida como Texas Hold ‘Em sea la más popular. Cada jugador recibe dos cartas de mano, pero antes se tienen que poner las “ciegas”. La ciega grande y la ciega pequeña se usan para que siempre haya cierta acción.
A continuación, se reparten tres cartas al centro de la mesa y se forma el “flop”. A esto le sigue otra ronda de apuestas que se basan en el nivel de las dos cartas ciegas y del flop. En la siguiente fase, se reparte el “turn” y una nueva ronda de apuestas. La última fase es la repartición del “river” y cada jugador forma su mano junto a las dos cartas ocultas. Por último, hay una ronda final de apuestas antes del “showdown”. Con esto en mente, deberías organizar una noche de póker con tus amigos o acercarte a algún casino a practicar. Asegúrate de estar atento a los próximos artículos, hasta entonces, ¡Que ganes mucho dinero!